|
Yo no estaría aquí
escribiendo estas líneas,
si cien años atrás
hubiésemos tenido
candados por fronteras,
ignorando la fuerza
que empuja la esperanza
de quien deja su aldea
obligado a la pena.
Yo no estaría aquí
y tampoco mis hijos,
ni el cúmulo de brazos
que tejieron la historia
que hoy vive entre nosotros,
un pueblo matizado
por diferentes etnias
que han cruzado su sangre
para sembrar la tierra.
Yo no quisiera estar
escribiendo estas líneas,
porque son el reflejo
de ver el abandono
que sufren quienes tienen
adquirida la angustia,
condenado el futuro,
mientras otros caminan
sus pasos más oscuros.
Continuar
|
