Yo sé que estás conmigo desde el
tiempo que tengo sin recuerdo. Generalmente oculta, disfrazada de nunca, insobornable, paseas tu silencio en mis
entrañas.
Cada tanto algún chasco, un cielo tormentoso diluyéndose, dejando que la risa del celeste disimule
las gotas en mi alma.
Yo sé que estás conmigo con tu leve murmullo acompañando cada paso que doy, mientras
los días (ajenos al aplauso y los lamentos) van dejando su marca (tenues sombras) que uno tiende a ignorar sin
proponérselo.
Yo sé que estás conmigo esperando que
el texto del libreto le dé paso a tu voz, será el momento de pintarme en los ojos cada estima y acompañarte -entonces- por
lo incierto.
Continuar
|