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Hoy nos separa
sin nombre, una distancia
que no puede estimarse
sobre el decir de un mapa.
Se mide en silencios,
ausencias, olvidos,
bordando madrugadas
soñando otroras.
Hoy parecería
que no nos conocemos,
que los ecos se encriptan
y son inentendibles,
que los carteles marcan
senderos sin regreso,
que no hay brisa empeñada
en soplar hacia puerto.
Cuando cruje el invierno
la primavera es sueño.
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