Quizás logres decirme
algo de lo que yo no sepa,
pues la monotonía
que acude a acompañar
todas mis horas,
es capaz de empañar
la imagen que creería me refleja.
En realidad
no sé si esto conviene:
me puedo despertar
en el peor lugar
tras tu palabra.
Mas, lo prefiero así.
Que abras los cajones que yo ignoro,
hasta los más secretos u olvidados,
para darme lugar
a limpiar los errores de inventario
y ver, en conclusión,
con qué he quedado.
|